Para hacer el pesto, coloca una cucharada de parmesano en una batidora o licuadora con cuatro cucharadas de aceite de oliva y la rúcula. Tritura brevemente. Sazona al gusto y colócalo en un plato, cubriéndolo con un plástico de uso alimentario. Deja que se enfríe.
Vierte el caldo de verduras en una cacerola y dale un suave hervor. Calienta las dos cucharadas de aceite y los 50 g de mantequilla en otra sartén grande. Agrega la cebolla, el ajo y la salvia y cocínalos a fuego medio durante 4-5 minutos hasta que se ablanden, pero sin que lleguen a dorarse, revolviendo de vez en cuando.
Sube la temperatura de la sartén y añade el arroz, luego cocina durante 1 minuto, revolviendo continuamente hasta que todos los granos estén cubiertos homogéneamente y el arroz esté opaco. Añade el vino y reduce durante 1-2 minutos. Baja el fuego a temperatura media y luego agrega un cucharón de caldo y reduce hasta que esté completamente absorbido. Continúa agregando un cucharón de caldo poco a poco, revolviendo con frecuencia. Deja que el cucharón de caldo se haya absorbido totalmente antes de añadir el siguiente cucharón. Tras unos 20 ó 25 minutos el arroz estará en su punto.
Forma de Servir
Justo antes de servir, rocía con el resto de la mantequilla y los piñones. Añade cuidadosamente la calabaza asada, sazona al gusto y sírvelo en cuencos grandes. Pon en cada uno un poco del pesto de rúcula y decora con el parmesano. Y ¡ya está listo para servir!